EL HOMBRE DESCONCERTADO II

Rodericus2009, chicochungo:


El vibrador del móvil se activó a media mañana sobre la mesa de mi despacho, la perversa señora Mari me enviaba uno de sus mensajes.
-Mañana tengo el dia libre, ¿comemos y pasamos la tarde juntos en “La Casita Blanca” como en los viejos tiempos?
Eché un vistazo a la agenda del dia siguiente, salvo un par de llamadas a Gibraltar, no habia gran
cosa programada, un despacho de inversiones en tiempos de crisis es más triste que el andén de una estación en la madrugada. Inmediatamente respondí a Mari.
-¿ Ya te aburre follar como una pantera en los lavabos de las cafeterias del Paseo de Gracia?.
No hacia ni un minuto que habia respondido al mensaje cuando ella llamó.Tenia una voz cantarina y juvenil, como recordaba de siempre, aunque ya habia rebasado los cuarenta.
-No seas sarcástico Pepe, que se te da muy mal, es solo que creo que tienes razón, te tengo
desaprovechado, un semental como tú da bastante más juego que esos “meteysaca” que practicamos ultimamante, me vuelve a apetecer estar contigo entre unas sabanas dos o tres horas.¿Te espero a la una en la calle delante del despacho y comemos algo ligero por ahí antes?, ya sabes que me gusta follar con la panza ligerita.
-De acuerdo, y oye, me siento gratamente sorprendido.
Corté la llamada y Mari no sabia muy bien lo gratamente sorprendido que estaba, mi pene habia
cobrado repentinamente vida bajo mis pantalones solo al escuchar aquella voz, nunca habia
entendido qué era lo que tenía aquella mujer para ponerme en celo constantemente, bueno, sí lo
entendia, lo tenia todo, lo que no entendía era mi propia falta de control.
Al dia siguiente, cinco minutos antes de la una, Elena, la telefonista del despacho me llamó por la
linea interna.
-Don José, está aquí la señora ?...Ah, sí, la señora Mari de la firma “Churrosa Industrial”, dice que habia quedado en comer con usted para asesorarla en unas inversiones de empresa.
-Dile que ahora salgo, que no me he olvidado de nuestra cita.
Me sorprendió que hubiese ella subido hasta el despacho, cogí la chaqueta y salí a recepción con el portafolio para disimular con Elena.
-Señora Mari, traigo commigo la documentación para que vea usted las alternativas para su
inversión, mientras comemos tranquilamente le expodré las posibilidades.
Elena, no volveré esta tarde, si hay cualquier asunto urgente, me lo pasa al móvil, pero solamente urgencias.
-No se preocupe don José, lo tendré en cuenta. Que pase una buena tarde !!!.
Creí notar un cierto retintín en la despedida de Elena, igual se olia alguna cosa.
Salimos al pasillo de la planta hacia los ascensores.
-Esa secretaria vuestra, ¿no lleva un escote demasiado escandaloso con esa talla ciento diez de tetas que “calza”? y como te la mirabas,¿no estareis los dos..?, mira que me pondré celosa, no se te puede dejar solo una temporada.
-Mari, mira que llegas a ser bicho, es nuestra arma secreta, la mayor parte de nuestros clientes
son hombres mayores, viejos verdes por naturaleza. Los tienes diez minutos en recepción,
contemplando el “Canál de Panamá”de Elena, y cuando entran en mi despacho están desconcentrados y no se leen a fondo los contratos, no quieras saber las comisiones que les saco en ese estado de confusión, los hombres somos así de idiotas y previsibles.
Entramos en el ascensor y pulsé hacia la calle.Cuando la cabina empezó a moverse, Marí me besó con un lenguetazo brutal de los suyos al mismo tiempo que pulsaba la parada de emergencia
del ascensor.
-¿Estás loca, aquíiii?....

CONTINUARÁ...